La señora Cinelli Colombini tenía razón. Muchas son las publicaciones que cuentan desde hace siglos que Colón estudió en la Sapienza de Siena con el papa Pío II. También son muchos los artículos escritos por estudiosos de la ciudad que se refieren al primer retrato conocido de Cristóbal Colón. Lo realizó el pintor Sebastiano del Piombo por encargo de Agostino Chigi Saracini, el banquero sienés del papa Alejandro VI, más conocido en España como Rodrigo Borgia. No deja de ser significativo que un Saracini, emparentado con los Piccolomini y una de cuyas antepasadas, Margarita Saracini, fuese la fundadora de la estirpe Piccolomini de Cerdeña, fuese quien encargase el retrato del descubridor sólo 13 años después de su muerte y en un tiempo en que únicamente los parientes próximos encargasen pinturas para sus galerias de retratos familiares. Ni siquiera los Reyes Católicos solicitaron una representación de Colón a pesar del inmenso patrimonio que les había aportado.