El siglo XV fue especialmente convulso en Cerdeña. Tras casi cien años de guerra librada en su territorio entre los partidarios de la República de Génova y los leales al rey de Aragón, en 1409 el heredero, Martín el Joven, lanzó un ataque contra la isla.
Venció a los arborenses en la batalla de Sanluri, pero murió como consecuencia de la misma. Su desaparición condenaba a la extinción de la Casa de Barcelona en el trono de Aragón y abría un doloroso interregno.
Las luchas continuaron en Cerdeña hasta 1416. La ida a la isla de Alfonso V el Magnánimo logró un pacto por el que el Juzgado de Arborea se llamaría en adelante Marquesado de Oristán y pasaría a ser un estado vasallo de la Corona de Aragón lo que le permitía mantener su independencia y soberanía a cambio del pago acordado. Existe un ejemplo paralelo en la Corona de Castilla: el reino musulmán de Granada era vasallo de Castilla desde 1310, pero sólo pasó a formar parte del mismo mediante una conquista militar en 1492.
Al recibir como herencia materna el Marquesado de Oristán Leonardo Alagón, se produjeron nuevas desavenencias que el rey Juan II de Aragón, aprovechando que Don Leonardo era súbdito suyo en el Reino de Aragón, aprovechó para decretar una sentencia de felonía, atacarlo y anexionarse Manu Militari el Juzgado de Arborea. Para defenderse, Don Leonardo volvió a dar vigencia a la antigua alianza de los Arborenses con la República de Génova.
El Marquesado de Oristán fue anexionado a la Corona de Aragón "manu militari" en las cortes de Zaragoza de 1478. Sólo en este momento, el Marquesado de Oristán, como acredita la documentación conservada en el Archivo Histórico de Zaragoza, pasó a formar parte de la Corona de Aragón. Hasta entonces seguia siendo tan genovés como era musulmán el reino de Granada. Prueba de ello es toda la correspondencia cruzada sobre la cuestión entre el duque de Milán, a la sazón Señor de Génova, y el rey de Aragón.