Las pruebas documentales son rotundas y no admiten discusión lógica. Según certifican, Cristóbal Colón fue un Genovés nacido en la Sahona de la isla de Cerdeña.
La tesis resulta más firme en cuanto en ella encajan como un guante todos los documentos oficiales librados por los Reyes Católicos y Cristóbal Colón. No falta ni sobra ninguno y la suma de todos ellos despejan cualquier duda que pueda surgir acerca del descubridor o la empresa descubridora.
Tampoco se han falsificado documentos. Dicho planteamiento resulta cuando menos absurdo. Primero porque todos los jueces que intervinieron en los Juicios Colombinos certificaron su autenticidad. Segundo porque son documentos de estado, trascendentes en el futuro y sin cabida para la sombra de sospecha sobre su validez legal. Menos todavía en unas Chancillerías tan estrictas como lo fueron las de Castilla y Aragón en tiempos de los Reyes Católicos.